Sobre la irracionalidad de algunos “expertos” (Parte 2)
Regresa a la primera parte: Sobre la irracionalidad de algunos “expertos” (Parte 1)
Durante la campaña de reelección del pasado abril-mayo, hice pública una serie de dos artículos, titulados “Sobre innovación y otras patrañas”, disponibles tanto en español como en catalán en este blog. En estos artículos expuse las actuaciones arbitrarias cometidas tanto por el exrector como por la coordinadora del doctorado, quienes intentaron encubrir responsabilidades y proteger a todos los involucrados en esta situación.
La dimensión política del conflicto se hizo evidente cuando la coordinadora del doctorado apareció sorprendentemente como coordinadora de campaña del exrector, mientras que el exdirector de la Escuela de Doctorado, quien ocupaba el cargo en el momento de los hechos, también formaba parte de ese equipo electoral.
El primer artículo tenía como objetivo detallar la situación y las violaciones de la normativa interna universitaria. Tras su publicación, recibí una carta física en mi domicilio en mi país de origen (ver Fig. 1), en la que el exrector solicitaba la retirada del contenido, calificándolo de “difamatorio y calumnioso”. Naturalmente, me negué, y en su lugar escribí el segundo artículo, que revelaba un aparente intento de todo el equipo de campaña (más de diez colaboradores) de borrar las evidencias de internet conforme avanzaba la campaña.
Sin embargo, ambos artículos del blog fueron finalmente eliminados por Blogger tras ser denunciados por los mencionados. Desafortunadamente para su causa, el daño ya estaba hecho, con más de 450 lecturas registradas antes de que las entradas fueran eliminadas del portal.
Fig. 1 Sobre postal recibida en mi domicilio. Un correo electrónico habría sido suficiente.
Es difícil cuantificar el impacto real de esta campaña virtual en los resultados electorales, que fueron decididos principalmente por el voto estudiantil —el grupo con mayor peso electoral, pese a tener la participación más baja—. No obstante, el objetivo se logró: publicar los abusos de autoridad cometidos por la administración anterior durante un momento crucial para decidir el rumbo de la universidad durante los próximos seis años.
Por supuesto, este acto se llevó a cabo a título personal, sin ninguna influencia del candidato opositor, quien ya había sido rector entre 2017 y 2021.
Esta problemática situación provocó inicialmente una represalia formal por parte de los servicios jurídicos de la universidad bajo la administración anterior, lo que llevó a que “la universidad” presentara una denuncia penal en mi contra.
Sin embargo, la nueva administración revocó esta acción legal, bajo el entendimiento de que la universidad no puede utilizarse para venganzas personales, dado que yo nunca ataqué a la universidad como institución; las universidades, al igual que los países o los reinos, son más grandes que sus rectores, presidentes o reyes.
En consecuencia, el rector electo ordenó una revisión de la situación tan pronto como asumió el cargo. Sin embargo, cuatro meses después, la respuesta que recibí de uno de los dos vicerrectores encargados de esta tarea fue que la posición de la nueva administración convenientemente reflejaba la de la anterior. Esta justificación citaba un supuesto nuevo informe de la Escuela de Doctorado, el cual solicité hace dos meses y que aún estoy esperando recibir.
Un detalle curioso: ese vicerrector pertenece al mismo centro de investigación que mis exdirectores.
Dado que la nueva administración mantenía la misma postura, decidí responder en la misma línea presentando una denuncia penal contra las dos personas directamente involucradas: la coordinadora del doctorado y el exrector (ver Fig. 2). La primera denuncia se refería a probables delitos de falsificación documental y usurpación de funciones, y la segunda, a un probable encubrimiento y prevaricación. Veremos si esta nueva administración continúa protegiéndolos.
En primera instancia, el juez instructor ha declarado la no admisión de mi denuncia, argumentando que se trata de un caso administrativo, no penal, a pesar de que el texto gira en torno a probables delitos cometidos por la administración. Ha llegado el momento de presentar un recurso contra esta decisión. Por ahora, permaneceré en silencio para no entorpecer el proceso judicial.**
Fig. 2 Denuncia penal presentada por mí en el Juzgado correspondiente.
¿Fallará la justicia local a favor de un extranjero contra una de las “mejores universidades” del país?
¿Y qué hay de mi investigación científica? Está claro que la universidad nunca ha estado interesada en esto (incluso se negaron a tramitar la solicitud de patente). ¿Pueden refutar técnicamente mi investigación después de 4 años o todavía no?: (PDF) Presentation: Development of a three-dimensional vortex method for solving detached fluid dynamics
Ni un paso atrás, cueste lo que cueste.


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